Os comentários de Vicente di Cioni

O texto a seguir me foi encaminhado pelo amigo Vicente di Cioni, professor titular
 de Teorias e métodos da Geografia na Universidade de Buenos Aires. Como disse a ele quando recebi os comentários, esta é a primeira manifestação escrita que recebi sobre um texto que foi publicado na revista Terra Livre número 30, de 2008. Bom, pedi a ele que me desse a honra de colocar esses comentários em meu blog. Lá vai:

Acabo de finalizar una primera lectura rápida de “Sobre as armadilhas que construimos e o que devemos fazer con elas” de Douglas Santos, en el que expone las caídas positivistas del pensamiento crítico al soslayar la unidad de los momentos subjetivos y objetivos de la realidad.
El texto de Douglas es interesante por haber resaltado la caída positivista de la geografía crítica en tanto se pregunta más por el objeto que por el sujeto del quehacer geográfico y por el proceso mismo de tal quehacer.
La crítica alcanza a Milton Santos quién sostenía en su "La naturaleza del espacio" (sin más ni menos) que el objeto de la geografía, en su caso "el espacio geográfico",  es el que determina el corpus disciplinario, es decir, el sujeto que hace la geografía. El libro de Milton Santos data de 1997. Extrañamente fue un texto que “conmovió” a muchos por diferentes motivos. En mi caso lo fue por haber tomado cierta distancia metodológica con un texto de 1982
Esta cuestión crucial la tuve siempre presente desde mis incursiones como estudiante de Geografía y, antes, de filosofía y sociología. La idea fue plasmada en un pequeño texto crítico que algunos compañeros de militancia escribimos en 1973 a modo de manifiesto programático al hacernos cargo de la dirección del Instituto de Geografía y el Departamento de Geografía de la UBA.
En 1985, con motivo de mi retorno a la Universidad (fui desterrado junto con muchos por la derecha peronista en 1974), emprendí una búsqueda histórico-geográfica-sociológica de esa disciplina que se dió en llamar geografía. A tal efecto me sirvieron fundamentalmente las Lecciones de la historia de la filosofía, La Enciclopedia de las ciencis filosóficas, La Lógica y Filosofía de la historia de Hegel.
Siguiendo a Hegel, sostuve que la geografía había perdido la unidad de los momentos subjetivos y objetivos de la realidad, los que que combinan en la noción hegeliana de "Idea", siendo la "Idea absoluta" la praxis histórico social que "producen" la conciencia y sus contenidos. La identidad sujeto-objeto la consideré clave. Con el tiempo definí sencillamente al momento subjetivo como conjunto de procesos diversos de organización de la realidad como totalidad y de sus partes. Luego la multiplicidad de objetos y su unidad o totalidad es el resultado de cierta organización, la cual no es otra cosa que la praxis colectiva e individual.
A partir de este supuesto cometí la herejía "científica" de sostener que eso que llamamos geografía es la unidad desigual y contradictoria de todas las formas histórica y geograficamente producidas y por producirse, entre ellas las lógicamente posibles. Esta definición era y es, sin duda, muy abstracta, pero también muy concreta, según se mire. Implica reconocer que hay, en primera instancia, muchas geografías y geógrafos y que tal reconocimiento era fundamental a la hora de comprender la dispersión de representaciones y prácticas con sentido democrático, lo cual implica el reconocimiento de unos y otros.
En términos más concretos definí, luego, a los objetos como formaciones económico sociales. Esta noción, sabemos, denota y connota la diversidad de momentos objetivos y subjetivos. Lo central no está dado por el producto-formación, sino por la "formación" como proceso desigual y combinado de "organización" de lo real.
En síntesis: creo que, por diferentes caminos, hemos llegado a la misma conclusión: es necesario no caer en las trampas (armadilhas) del empirismo positivista, entre ellas sus vertientes "logicistas" proclives a las definiciones formales desdialectizadas y, por lo tanto, abstractas.
[El Palomar, 12/06/2012]